
Este sentimiento de a poco me consume, nosé que hacer y solo tú puedes llenar el agujero que tengo en mi corazón ahora.
Sin tí estoy perdida entre la nada, sin rumbo fijo, sin encontrar la salida, cayendo lentamente en la desesperación, tratando de calmar mi impaciencia y buscando algún camino para escapar. Estar así es como una
lenta muerte del alma, un
doloroso rompimiento del corazón, como
si no fuera yo, como si
dominaras mi mente, mis
pensamientos y como si
tu nombre corriera por mis venas, como si
estubieras tatuado en mí. Es facil
sentir, es facil
querer, pero dificil
olvidar, dificil
convencerse de la verdad. Grito tu nombre, grito lo que siento y todos lo escuchan menos el que debería de hacerlo:
Tú. Tu nombre da vueltas en mi mente a cada momento, es como si no hubiera nada más en que pensar, como si mi mente solo pudiera procesar tu nombre. Cuando te veo, cuando te escucho, siento que solo estamos tu y yo, el resto desaparece, el resto no existe, solo existimos tu y yo, nadie más. En mis sueños vuelo a otra realidad en donde
tu y yo somos uno solo, pero eso solo ocurre en mis sueños y cuando bajo a la realidad, a la verdadera realidad, la vida real, me doy cuenta de que las cosas no son así, de que tu y yo estamos separados, que nada ha sucedido y nada sucederá.
¿Debo olvidarte o quedarme contigo, sentir o no sentir, esperar o darme por vencida, convencerme de las cosas, afrontar la derrota? Duele aceptar la perdida, duele aceptar que perdiste el juego, que te han derrotado, que no hay nada que hacer, pero el dolor no cambiará el presente, la decisión ni nada.