sábado, 28 de agosto de 2010


Estaba junto a tí, te abrazaba, eramos felices, pero... ¿sabes algo? era tan solo un sueño. Solo en mis sueños logro tener la cercanía que me gustaría tener contigo en la vida real, pero los sueños y la realidad son muy diferentes, uno es solo producto de tu imaginación, el otro es lo que te ocurre en carne y hueso. Aveces los sueños son tan reales que despertar es una decepción, una tortura, un agujero negro, una habitación oscura, los sueños aveces son mejores que la realidad. Verte y no hablarte, hablarte y no saber que decir, temor de aburrite, miedo a decir algo desagradable para tí, nervios, felicidad. Cuando hablo contigo, cuando estoy contigo, aunque sé que no es nada más que una amistad, siento que mi corazón se va a salir de su lugar, una alegría que no te imaginas. Sé que nada ocurrirá entre nosotros, que mis iluciones y esperanzas se quedarán ahí, estancadas en donde comenzaron, que nunca me verás con otros ojos, que nunca sentirás nada por mí, pero aunque trate de olvidarte... no puedo. Es como si algo me lo impidiera, como si algo lograra evitarlo y talvez piensas que soy una tonta al seguir sintiendo lo mismo, al seguir sintiendo esto por tí, pero aunque me duela, aunque no sientas lo mismo, aunque yo no logre esto... me haces felíz.