lunes, 6 de diciembre de 2010

No valgo nada, es la pura verdad. Daño sin querer a la gente que más quiero, hago cosas sin pensar antes de actuar... soy una maldita idiota que no debería estar aquí. Si ahora mismo me quitara la vida, a nadie le importaría, todos harian como si nada ocurriera e incluso estarian felices, alegres de saber que ya no existe ese estorbo que los molestaba cada día con su presencia, esa persona que no hacía más que estar aparte y ser un extra, alguien al que solo querian por pena.
Siento que ya no me quedan fuerzas para luchar en esta vida, que ya no tengo razones para continuar viviendo, que mi estadía aquí está convirtiéndose lentamente en un infierno. ¿Y si me arranco la vida ahora?¿A alguien le importará eso?¿Alguien se dará cuenta? No.
Me trajeron a este mundo para saber que no valgo nada, para hacer daño sin querer, sin darme cuenta, para subexistir dando lástima... nada más.
Mis fuerzas se agotan, lentamente veo la luz del descanso eterno.